Recuerdos del futuro: la memoria en ambas direcciones


Todas las personas que regularmente compran números de lotería, seguramente ya han imaginado y calculado todo lo que harían si les tocase el premio mayor. A pesar de ello, la inmensa mayoría de ellos no ganará la lotería, ni ningún otro premio, en su vida.


Recuerdos futuro memoria

Imaginar el futuro es una de las características fundamentales del ser humano: planeamos vacaciones, fines de semana, premios. Pero lo hacemos más que como una simple intención de ver el futuro, sino que fantaseamos con que realmente va a suceder y hasta cómo vamos a reaccionar.


Pensar y recordar

A veces, podemos pensar en nuestro pasado simplemente accediendo al conocimiento. Saber donde viví de niño, saber a que escuela fui o quien era mi jefe en mi primer trabajo. Puedo obtener esa información con relativa facilidad, aunque algunos datos sean más difíciles de recuperar que otros.
Otra cosa distinta es recordar, que es cuando apelamos a nuestra memoria episódica para eventos particulares que hemos experimentado. Este ejercicio es más que el acceso al simple conocimiento. Recordar es volver a experimentar, es decir, ver los eventos, escuchar los sonidos y sentir las emociones.

Cuando recordamos, reconstruimos el pasado, elaboramos nuestras memorias en base a lo que sucedió, además, adicionalmente también utilizamos otras informaciones. Es por esto que muchas veces el pasado que recordamos no es lo que exactamente sucedió.

Imaginar el futuro se basa en estas mismas capacidades de la memoria. Utilizamos la información de sucesos pasados, removemos esa información y construimos una memoria para un evento futuro. Por ejemplo, me imagino visitando a uno de mis mejores amigos este fin de semana, gracias a la construcción de visitas pasadas. Cuando imaginamos el futuro hacemos el mismo trabajo mental que cuando recordamos el pasado.
Esto es así porque tanto para recordar el pasado e imaginar el futuro, nuestro cerebro utiliza las mismas áreas para ambos casos. El cerebro activa el hipocampo y el lóbulo temporal medial para todos los viajes mentales en el tiempo, tanto para cuando recordamos el pasado como cuando imaginamos el futuro.

Además, los problemas que afectan la capacidad de recordar, tienen similares efectos en la capacidad de imaginar el futuro. Por ejemplo, las personas con Alzheimer muestran incapacidad para recordar, pero también tienen problemas para imaginar, tanto el futuro inmediato como el más lejano.
Las personas con depresión a menudo muestran un sesgo de generalidad al recordar el pasado, tienen dificultad para acordarse de eventos específicos, es decir, tienden a recordar cuestiones más generales de los acontecimientos. Con el futuro tienen un problema similar, tienen dificultades para imaginar detalles específicos de futuros eventos.

Para terminar

El cerebro utiliza las mismas áreas para imaginar el futuro que para reconstruir el pasado, además las personas con enfermedades en la memoria tienen fallos semejantes en ambas direcciones. Esto me hace recordar la famosa frase de George Santayana "Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”. Y que tal vez se podría modificar a un nivel más personal: “Quienes no pueden recordar el pasado están condenados a vivir sin imaginar el futuro”.