Nuestro hogar, ¿nuestra trampa?


¿Cuantas veces hemos sentido que los gobiernos de los distintos países les exigen a las empresas, estrictas medidas de seguridad para sus empleados en aquellos lugares de trabajo donde existe un mayor riesgo para el trabajador?
¿O cuántas veces nos ha pasado que cuando sale un familiar de nuestra casa, y tiene que hacer un largo viaje en automóvil, le solicitamos que nos llame cuando llegue a destino?
No obstante, somos muy poco conscientes del peligro que podemos estar corriendo dentro de nuestra propia casa.
Anualmente, los accidentes que se producen en el hogar se cobran más víctimas que los accidentes de tráfico o los laborales.



En los países desarrollados el índice de mortalidad derivado de accidentes domésticos es seis veces mayor que el que se produce en el ámbito de laboral, y el doble que el que se reporta en accidentes automovilísticos.
Sólo en España, los accidentes que tienen lugar en el hogar se saldan con unas 6.000 muertes anuales (a diario se registran alrededor de 5.120 accidentes hogareños en todo el país).


¿Cuáles son los más habituales?

  • Obstrucciones de vías respiratorias (25,9%)
  • Caídas (24,5%)
  • Envenenamientos involuntarios (12,8%)
  • Ahogamientos (5,2%)
  • Accidentes con electricidad (2%)
  • Incendios (1,9%)

¿Quiénes y cuándo?

Son las mujeres las que más sufren este tipo de siniestralidad, el 56% de los casos de accidentes en el hogar son protagonizados por el sexo femenino, frente al restante 44% ocasionados por el sexo masculino.

Los mayores de 65 años de edad y los menores de 5 son las franjas de edades más proclives a sufrir accidentes en el hogar.

Más de la mitad de este tipo de accidentes tienen lugar los días laborables, sólo una cuarta parte de los mismos se producen en sábado o en domingo, mientras que el porcentaje de accidentes en días feriados caen por debajo del 4%.



Para finalizar debemos decir que es tal la magnitud del problema que en algunos países hay cursos de especialización relacionados con la seguridad y la prevención de riesgos en el hogar, dichos cursos brindan a las personas, información, que incluso, puede contribuir a salvar vidas o a detectar y corregir situaciones de peligro potencial dentro de nuestra propia casa.



Personas inmaduras, los eternos adolescentes


Cada individuo al final de la adolescencia comienza a encaminar su vida hacia una determinada dirección, el problema comienza cuando la persona se rehúsa a superar esta etapa, se resiste a madurar y a afrontar las responsabilidades de la vida adulta.
El psicólogo estadounidense Dan Kiley denominó a esta patología como el síndrome de 'Peter Pan', son las personas que viven en una 'eterna adolescencia', seguramente usted conozca algún caso... vamos a conocerlos mejor.



¿Cómo se comportan quienes tienen el síndrome de Peter Pan?

Se caracterizan principalmente por la inmadurez en aspectos sociales y psicológicos. Es mucho más común en el sexo masculino, son personas narcisistas que presumen de joviales, simpáticos, alegres y deportistas.
Incluyen algunos rasgos de irresponsabilidad, rebeldía, manipulación y una despreocupada visión de la vida, culpando a los demás de todo lo que les ocurre.
Es muy común entre quienes padecen este síndrome que acaben siendo personas solitarias ya que, en el fondo, estos individuos son indecisos, inseguros, disimulan su incapacidad de madurar con grandes proyectos imposibles y aventuras amorosas fugaces.


Algunas características inconfundibles son:

  • Son simpáticos e inestables.
  • Evitan todo tipo de compromisos.
  • Son altamente dependientes.
  • Tienen muchas amistades superficiales, ya que les cuesta desarrollar amistades sólidas.
  • Las parejas les duran muy poco tiempo, además tienen altas probabilidades de ser infieles.
  • Permanentemente insatisfechos.
  • Generalmente se rodean con gente más joven.
  • Son manipuladores.

¿Cuál es el origen?

En realidad es un trauma viene de la infancia, del período en el que la persona construye su equilibrio afectivo.
Es sabido que los niños excesivamente sobreprotegidos tienen más posibilidades desarrollar este síndrome.
También, una carencia afectiva puede ser el principio del síndrome de Peter Pan, al crecer, los niños faltos de cariño, desarrollan el problema. Se sienten desprotegidos y angustiados frente a lo desconocido del mundo de los mayores.

O sea que tanto niños muy sobreprotegidos como niños desprotegidos afectivamente son más propensos a desarrollar este trauma.


¿Se puede superar este síndrome?

La respuesta es si, pero lo primero que tiene que hacer la persona que lo padece, es darse cuenta que tiene un problema.
Muchos de ellos se convencen a si mismos que son encantadores y no llegan a la autocrítica necesaria para ver que están abusando de los demás.
No es fácil dejar de culpar a los demás y hacerse responsables de todo lo que les sucede… muchas veces necesitan sentir en carne propia las consecuencias de sus actos para recién entonces pensar en la necesidad de algún cambio de actitud.
La mejor forma para que una persona se recupere de este síndrome es que asuma las consecuencias de sus actos.


…Para terminar debemos decir que todos tenemos un Peter Pan dentro, pero éste lado inocente e infantil no puede impedirnos crecer, asumir la responsabilidad de nuestras determinaciones y continuar el desarrollo natural hacia la vida adulta.



Particularidades de nuestro cuerpo que nos pueden ayudar


Generalmente cuando algo en nuestro cuerpo nos molesta, nos duele o nos hace sentir incómodos, lo más común es tratar esa molestia o dolor en el lugar dónde se produce… sin saber que en ocasiones, algunas reacciones del organismo son reflejos de otras partes del cuerpo, y quizás, la solución a ese problema es mucho más sencilla de lo que nos hubiésemos imaginado. Veamos algunos ejemplos.



Si tienes acidez… duerme mejor sobre tu lado izquierdo, esto permite crear un ángulo entre el estómago y el esófago para que los ácidos no puedan pasar a tu garganta.


Cuando tengas la nariz tapada… presiona el paladar con la lengua y con un dedo sujeta la parte superior de la nariz bajo el entrecejo, esto permite que las secreciones se muevan y puedas respirar.


Toser reduce el dolor mientras te vacunan… cuando toses al momento que te inyectan, se aumenta la presión en el pecho y en la espina dorsal, lo que inhibe los conductores de dolor de la médula.


Cuando tengas un dolor de muela… frota un hielo en tu mano, debes pasar el trozo de hielo por la zona en forma de “v” que se produce entre el dedo pulgar y el dedo índice en el lado contrario a la palma. Esto reduce el dolor a la mitad, ya que este sector está conectado a los receptores de dolor de la cara.


Cuando te quemes… primero limpia la zona afectada y después presiona la herida con un dedo o haz presión con la mano en la quemadura, ya que esto permite volver a la temperatura inicial y evita la aparición de ampollas.


Si te emborrachas o te sientes mareado… apoya la mano sobre una mesa o superficie estable, esto hace que tu cerebro recobre la sensación de equilibrio y evitarás que todo gire a tu alrededor.


Si eres de hacer ejercicio y te gusta salir a correr… respira cuando apoyes el pie izquierdo, esto evitará que sientas picor en el pecho, ya que si respiras cuando apoyas el pie derecho causas presión en el hígado.


Cuando estas muy nervioso/a… introduce el dedo pulgar en tu boca y sopla, esto ayudará a que tu corazón deje de latir tan rápido a partir de la respiración y esto hará que te calmes.


Si te pica la garganta… ráscate el oído, al presionar los nervios de la oreja, se genera un reflejo inmediato en la garganta que produce espasmos y alivia la molestia.


Al beber algo muy frío seguramente te duela la cabeza… esto se produce porque el paladar se enfría y el cerebro lo interpreta, por eso debes colocar tu lengua sobre el paladar para que vuelva a su temperatura normal.


Si estás frente a la PC y tu vista falla… cuando fijas tu vista en un objeto cercano como por ejemplo un ordenador, la vista se cansa y falla. Para ello, cierra tus ojos, contrae el cuerpo y aguanta la respiración por un momento, luego relájate.


Cuando se te duerma un brazo o una mano… gira tu cabeza de un lado a otro y verás como la sensación pasa en unos instantes, ya que las extremidades superiores se duermen por presión en el cuello. Por el contrario, si es una pierna o un pie, la mejor solución es caminar unos segundos.


Si quieres aguantar más la respiración bajo el agua… antes de sumergirte, haz muchas respiraciones rápidas y fuertes para lograr que el ácido de la sangre desaparezca, pues es éste último el que causa la sensación de ahogo.


Para aguantar las ganas de orinar, piensa en sexo… efectivamente, cuando sientas fuertes ganas de evacuar la vejiga y no tengas un baño cerca, piensa en sexo, esto entretiene a tu cerebro y por tanto disminuye el estrés.



La hormona que nos hace felices


Existe una hormona que produce nuestro cerebro, que por ejemplo, nos hace ser emocionalmente más estables y combatir estados de ansiedad, estrés, fobias, etc.
Se llama Oxitocina, se descubrió a mediados del siglo pasado y desde entonces los neurólogos, psicólogos y psiquiatras, han prestado mucha atención a sus efectos, así como también a los mecanismos que desencadenan su liberación en nuestro organismo.
Algunos científicos la llaman la "droga de la felicidad".



La oxitocina se crea en la glándula pituitaria del cerebro y su secreción está dosificada por las células del hipotálamo cuyo impulso nervioso se propaga por el axón hasta las terminales nerviosas pituitarias.

La existencia de esta hormona en la sangre desata una serie de reacciones que activan y favorecen determinados comportamientos en los individuos, por ejemplo, recientes estudios indican que la oxitocina potencia las relaciones sociales, y está involucrada en la formación de generosidad y confianza entre personas.


¿Cuando se libera en nuestro organismo?

Según los investigadores, en los humanos la liberación de oxitocina se desencadena con un simple abrazo, una caricia, un beso o mirando a alguien que amamos.
También forma parte del ciclo de respuesta sexual, por ejemplo en un orgasmo se liberan en grandes cantidades y también con algunas comidas, en especial con el consumo de dulces y chocolate.
También con algunas actividades se liberan pequeñas cantidades: yoga, meditación, o practicar algún deporte que nos gusta.
Cuando tenemos algún éxito personal, por ejemplo cuando aprobamos un examen o alcanzamos una meta a nivel laboral o profesional.

En las mujeres, también se libera oxitocina durante el parto tras la distensión del cérvix uterino y la vagina; así como en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia.


¿Qué ocurre cuando falta oxitocina?

Un estudio de la Universidad de Claremont (California) encontró niveles significativamente menores de oxitocina en la sangre de niños autistas.
Un estudio del años 2007 reportó que la administración de oxitocina ayudaba a adultos autistas a retener la habilidad de evaluar el significado emocional de la entonación al escuchar hablar a otra persona, o sea que eran capaces de sentir emociones.

"Estudios anteriores demostraron que administrando oxitocina por vía nasal a personas sanas, se reducía la activación de circuitos cerebrales vinculados al miedo; así como también hallaron que aumenta el contacto visual con otras personas y se incrementa la generosidad y la confianza", explican los investigadores de dicha universidad.

Por ello, sugieren que esta hormona podría ayudar a tratar ciertos trastornos psiquiátricos que afectan al comportamiento social, como el autismo, la esquizofrenia, la ansiedad o la fobias sociales.


¿Podremos administrarnos oxitocina cuando estemos deprimidos?

Científicos de la Universidad de Zurich Suiza, al igual que sus colegas de la Universidad de California, diseñaron un experimento donde pudieron observar que con la hormona suministrada en forma de spray nasal puede un ser humano recuperar o aumentar la confianza en los extraños, de igual forma podría servir este spray como un tratamiento para los trastornos como la fobia social y el autismo.

El informe final del equipo de investigación suizo dice: "Encontramos que la oxitocina tiene un efecto muy satisfactorio en determinadas situaciones sociales y al parecer disminuye nuestros temores y actúa positivamente cuando la persona se encuentra en un estado depresivo.
El déficit de oxitocina es por lo menos una de las causas de los temores que se experimentan con las fobias sociales".



El efecto de la taza caliente


La taza de café levemente caliente que sostienes entre tus manos a diario, podría darte una visón de las demás personas, de ti mismo y hasta del mundo, bastante diferente.
Un nuevo estudio revela que las personas que sostienen algo tibio o cálido entre las manos se vuelven más generosas y tolerantes.



Un estudio de la Universidad de Colorado (Usa) revela que la gente que sostiene elementos cálidos entre las manos ven a los demás como más amables y bondadosos, y que, además ellos mismos se vuelven más generosos hacia los demás.


¿En qué consintió el estudio?

Se contó con casi 50 voluntarios, todos estudiantes de la universidad, a algunos se les pidió que sostuviesen una taza de café caliente y a otros un vaso de agua fría mientras se les mostraba en un ordenador fotos personales de una persona desconocida.
Después se le entregaba a cada participante un sobre con información básica sobre la persona... si era casada, a que se dedicaba, si tenía hijos, etc. con el fin de que pudiesen conocerla un poco mejor.
Posteriormente se le solicitaba que midieran los rasgos de la personalidad de la persona incluyendo las relacionadas con los atributos, como por ejemplo 'generosa' o 'poco generosa', 'feliz' o 'infeliz', 'alegre' o 'enojadiza', etc.
Los estudiantes que les había tocado sostener la taza de café caliente evaluaron significativamente mejor a la persona.
“Sin dudas que el efecto de la temperatura física no es sólo para cómo vemos a los demás. También incide nuestra propia conducta”, dice John Bargh, uno de los investigadores, con respecto a que el sostener algo cálido entre las manos nos hace más generosos.


¿Por qué ocurre esto?

El resultado final del estudio afirma la idea de que la calidez física está fuertemente relacionada con la calidez psicológica.
También sugiere que el vínculo podría estar profundamente arraigado en nuestra psiquis, es una asociación que es aprendida desde la niñez, cuando éramos sostenidos por las cálidas manos de nuestros padres y eso no solo nos hacía sentirnos protegidos y sino que también se nos demostraba afecto y cariño.

"Es probable que con la evolución de la especie humana hemos ido desarrollando unas profundas y sólidas asociaciones entre la calidez física y la psicológica, que son el resultado de, seguramente, mucho tiempo de amaestramiento y aprendizaje", dijo el director de la investigación Lawrence Williams, investigador de la Universidad de Colorado.