Personas que no nos caen bien


"La primera impresión es la que cuenta"... lo hemos escuchado muchas veces y al parecer no es solo una frase, sino que tiene su sustento científico.
Una investigación publicada en el "Journal of Psychology" nos explica porque cuando una persona nos causa mala impresión, incluso sin llegar a conocerla, después es difícil cambiar esa opinión.



Supongamos que un compañero nuevo de trabajo no nos cae bien o nos causa una mala impresión la primera vez que lo vemos, días después lo vemos en una reunión de amigos, y vemos que en realidad no era una persona desagradable.
Pero aún asumiendo que nuestra primera impresión había sido errónea, seguiremos teniendo un cierto recelo hacia ese individuo, y sólo sentiremos que es una persona agradable en un contexto similar al de la reunión, es decir en un ambiente distendido, en una fiesta. Sin embargo en todos los demás contextos, seguirá dominando la primera impresión.

Un grupo de investigadores de la universidad de Western Ontario, Canadá, ha realizado estudios en los cuales a los participantes de un test se les presentaba información positiva o negativa sobre un cierto individuo que veían en la pantalla de un ordenador.
Luego se les presentaba nueva información sobre el mismo individuo que era inconsistente con la que se brindó originalmente. Para estudiar el contexto, los investigadores cambiaron el fondo de pantalla del ordenador cuando los participantes se formaban una impresión del individuo. Descubrieron que la nueva información, influenciaba a los participantes sólo cuando se les presentaba al individuo con el mismo fondo de pantalla en el que habían aprendido esa nueva información.

Según los investigadores, nuestro cerebro almacena experiencias que se saltan lo que esperamos como excepciones a la regla, de forma que la regla es siempre tratada como válida, excepto para el contexto específico en el que la regla no fue cumplida.


Resumiendo

Generalmente tendremos desconfianza de quienes nos hayan producido una primera mala impresión y por el contrario, suele suceder que seguiremos confiando a rajatabla en quienes nos hayan caído bien al principio, incluso por más que nos traicionen más de una vez. Todo dependerá del contexto.